La forma correcta de lavar frutas y verduras
Todos sabemos que las frutas y verduras son una parte importante de nuestras dietas y que debemos comerlas todos los días.

Sin embargo, no es difícil pasar por alto lavarlas y asegurarnos de que todos los pesticidas y las bacterias dañinas hayan desaparecido por completo. Especialmente con un horario muy ocupado, limpiar a fondo tus productos puede parecer lo último que deseas hacer.
Los pesticidas son productos químicos que se usan en las granjas para matar y controlar plagas agrícolas que representan una amenaza para los cultivos y el ganado. Más de mil millones de toneladas de pesticidas se usan en Estados Unidos cada año. De hecho, en los EE. UU., el negocio de los plaguicidas es una industria de 12.500 millones de dólares.
Si bien la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.(FDA por sus siglas en inglés) inspecciona los niveles de residuos de plaguicidas en frutas y verduras de cosecha propia, esperan un porcentaje muy pequeño (alrededor del 1%) de productos importados. Desafortunadamente, las bajas tasas de inspección de productos provenientes de otros países a los EE. UU. cuentan con pocos incentivos para cumplir con los niveles de residuos de pesticidas establecidos por la FDA.
9 consejos para lavar correctamente tus frutas y verduras
Dado que el suelo o el agua donde se cultivan las frutas y verduras pueden contener bacterias dañinas, es importante lavar los productos de la manera correcta. La contaminación también puede ocurrir después de que se cosecha, cuando se almacena o prepara. El consumo de productos contaminados puede provocar intoxicaciones alimentarias y otras enfermedades transmitidas por los alimentos. Si bien todos sabemos que debemos lavar el producto lo mejor posible, las cosas más importantes por recordar se enumeran en la parte superior, ya que no siempre es práctico tener numerosos pasos a seguir.
Echa un vistazo a estas importantes pautas para lavar tu producto de manera efectiva y así lograr eliminar las bacterias dañinas:
Lávate las manos. Por unos 20 a 30 segundos (aproximadamente la longitud que toma cantar Feliz Cumpleaños) con agua tibia y jabón, lávate las manos antes y después de tocar cualquier producto.
Limpia todas las frutas y verduras con agua fría, minuciosamente, antes de consumirlas, prepararlas o cortarlas. Nunca uses jabón, detergente o incluso productos que se promocionan para limpiar frutas o verduras. Quédate con utilizar sólo agua.
Para frutas como manzanas, peras y melocotones, que con frecuencia se pelan antes de comer o usar en recetas, asegúrate de enjuagarlas primero de todos modos. Esto ayudará a evitar que entren bacterias en el cuchillo que usas para cortarlas.
Seca el producto después de haberlo lavado. Usa una toalla de papel seca o un paño para eliminar cualquier bacteria o suciedad persistente.
Si tienes tiempo suficiente, puedes ir más allá con estos pasos:
1.-Invierte en un cepillo de productos. Puede usarlo para productos más duros, como los pepinos, para tallar su superficie y eliminar microbios (moléculas diminutas como bacterias y parásitos). Asegúrate de que el cepillo esté limpio.
2.- Asegúrate de lavar tus encimeras y utensilios. Después de lavar y / o pelar los productos, y antes de cortar y picar, limpie el área donde estás trabajando, a fin de evitar la posible propagación de bacterias del producto crudo.
3.-Rocía tu producto más frágil. Los alimentos como las frambuesas tienen una tendencia a desmoronarse si se colocan bajo el chorro de agua, por lo que es importante rociarlos con agua para limpiarlos.
4.-Remoja ciertos productos en agua por un par de minutos. Algunos alimentos como el brócoli y la coliflor tienen áreas más difíciles de alcanzar y limpiar al mismo tiempo. Sumérgelas en agua fría y limpia.
5.-Llena una botella de spray con agua cuando debas salir de casa, esto para limpiar tus manzanas u otras frutas en el trabajo o mientras viajas.
¿Hay alguna excepción a estas reglas?
Algunos pueden pensar que las frutas y verduras orgánicas compradas en los mercados de agricultores locales no necesitan ser lavadas. La etiqueta de alimentos orgánicos no se traduce en “libre de contaminantes”. Si bien los productos orgánicos se cultivan en un 95% libres de químicos sintéticos y fertilizantes, la contaminación aún puede ocurrir, especialmente en frutas y verduras sin una cascara exterior dura. Y si lo piensas, los productos cultivados orgánicamente tienen que salir de la granja para llegar a la tienda o al mercado, y es probable que algunas manos lo toquen antes de que llegue a tu bolsa de compras. Lavarlos en casa completamente ayudará a garantizar productos libres de bacterias y pesticidas.
Sin embargo, cuando los productos como las espinacas en bolsas, la col rizada o la lechuga dicen “prelavados” en la etiqueta, es seguro comerlos o cocinarlos sin lavarlos nuevamente si se siente cómodo con ellos.
Trata de incorporar estas pautas de limpieza en tu régimen diario, y continuarás recibiendo todos los beneficios nutritivos que las frutas y verduras tienen para ofrecer, sin ninguna bacteria al acecho y dañina.